Faryd Mondragón: El arquero de un récord Mundial

El arquero caleño cumplió 43 años el 21 de junio de 2014 y tres días después rompió el récord como el jugador de más años que ha jugado un Mundial. El ‘turco’ fue importante para Pékerman, no dentro del campo de juego sino aportando con su experiencia a los demás jugadores.

El gusto por el arco

La carrera del arquero ha sido de perseverancia desde el principio. Una muestra de lucha por los sueños, que con dedicación se pueden cumplir. Tuvo la opción de haber sido nadador, pues lo practicó desde los 5 años, o golfista porque siempre jugó en el Club Campestre al que pertenece su familia. Pero él decidió ser futbolista, a pesar de los prejuicios de la época en cuanto a que alguien de buena familia no progresaba en el fútbol.

Alrededor de los 10 años de edad, cuando tapaba para el equipo de su colegio, fue visto por Fernando Lastra que era preparador físico del Cali y quien le propuso a Camilo, padre de Faryd, que lo inscribiera en la escuela Sarmiento Lora. A pesar de  que la madre del arquero estaba en desacuerdo, su papá apoyó la idea. Tiempo después Carlos Portela, que se ganó un memorando por insistir en entrenar al joven arquero, lo llevó a las divisiones menores del Deportivo Cali.

A los 18 años pasó a ser parte de las reservas. A esa edad terminó el colegio, claramente no quiso presentarse a la universidad y en 1991 Faryd  Mondragón debutó oficialmente para el Deportivo Cali. Tenía 20 años y estaba bajo las órdenes de Jorge Luis Pinto. Jugó un partido frente a Independiente Santa Fe en ‘El Campín’, fue un 0-0 y estuvo reemplazando al titular Carlos Leonel Trucco, quien llegaba al equipo pero no había alcanzado a arreglar los papeles.

Luego volvería a las reservas y sería trasladado al Sporting de Barranquilla en donde recibió un gol entre las piernas que le valió varias críticas. En esa época jugó un pre olímpico y  posteriormente los Olímpicos en Barcelona en 1992, año en el que llegó al Real Cartagena para seguir adquiriendo experiencia. Después aterrizó en Bogotá para jugar con Santa Fe donde solo jugó tres partidos. Luego habló con un dirigente del Deportivo Cali para que lo traspasaran al exterior.

Figura en Sudamérica, inolvidable en Independiente de Avellaneda

Su empeño le daría una primera oportunidad de ser reconocido y llegó a Paraguay. En 1993 Cerro Porteño buscaba un arquero, así que Faryd pudo llegar hasta allí. El evento más importante fue una definición por penales en la Libertadores de ese año, en la que anotó y tapó contra el archirrival Olimpia, así ayudó a la clasificación a semifinales y se convirtió en ídolo del momento en Asunción. Tapó para el Ciclón de Barrio Obrero 11 partidos.

Aunque no se consolidó, salió rumbo a Argentina para cubrir el arco de Argentinos Juniors en 21 ocasiones. Al mismo tiempo era convocado a las Eliminatorias como suplente de Óscar Córdoba que había ganado la titularidad por los problemas personales que vivía René Higuita. Así llegó a su primer Mundial, el de USA 94, y aunque no jugó el tiempo previo al certamen fue de gran orgullo.

Y ese es el estilo propio de Mondragón, convencerse de las capacidades, de los sueños, logrando pequeñas metas para conseguir las cosas. Para 1994 estuvo otra vez en Cali y en 1995 en Santa Fe. Luego emprendió un nuevo viaje, esta vez a Independiente de Argentina.

En el rojo de Avellaneda logró consolidarse, ser campeón de torneos continentales y recibir excelentes comentarios por parte de la crítica Argentina. Fue campeón en 1995 de la Recopa y la Supercopa Sudamericanas contra Vélez y Flamengo. La hinchada recuerda que además de ser importante en los mano a mano, apareciendo a veces como líbero, también apareció en las definiciones por penales frente al River de Francescoli y el Santos de Giovanni Silva.

En 1997  fue recordado por vulnerar el arco de Chilavert “con un bombazo de derecha donde la pelota casi perfora la red”, así lo relató en el momento el comentarista argentino que transmitía para televisión. Ese fue el único gol que anotó en su carrera, aunque el encuentro lo perdió 5-2.

Esos años sirvieron además para tomar mayor experiencia y fue convocado a la Selección Colombia para enfrentar las Eliminatorias a Francia 98. Allí recibió un gol por parte del ‘Piojo’ López frente a Argentina en el Metropolitano. El balón se le metió en el arco mientras ‘El turco’ le hacía vista, porque pensó que salía. En ese momento cayeron muchas críticas sobre el arquero.

Francia 98 y el vuelo a Europa

En el Mundial nuevamente mostró su fortaleza y fue calificado como el mejor arquero del torneo en la fase de grupos. A pesar de que Colombia quedó eliminado, colegas suyos como Beckham y Seaman lo felicitaron e intentaron consolarlo cuando se acabó el juego frente a Inglaterra. La derrota por 2-0 pudo haber sido una goleada escandalosa si no hubiera sido por las voladas de Faryd.

Eso sirvió para que diera su primer salto a Europa en 1999. Fue a jugar al Zaragoza, atajando 13 partidos. Volvió a Independiente, pero duró poco. Sin embargo, fue subcampeón del Clausura argentino, completando 119 partidos con ‘los rojos’. Volvió al viejo continente para el 2001 a jugar en Metz de Francia. Tuvo una buena temporada donde atajó en 30 oportunidades y evitó el descenso. Tras tras tener un supuesto problema con su documentación salió del equipo francés en 2001. Lo hizo con el mismo coraje, la misma voluntad de siempre y la cabeza en alto, ya que luego de apelar demostraría su inocencia en el asunto.

Sus atajadas no se mancharon de Europa y logró ser fichado por Galatasaray de Turquía. Su palmarés aumentó, ganando dos Ligas y una Copa de Turquía. Además, basta con ir al ‘Infierno de Estambul’, como es conocido el estadio, para darse cuenta del gran recuerdo, respeto y aprecio que el arquero se ganó con su trabajo en el corazón de una hinchada reconocida como una de las más exigentes de Europa. Tuvo varias buenas apariciones en Champions y a pesar de ser un arquero consolidado no dejó de soñar con una nueva oportunidad de jugar un Mundial.

Al completar 185 partidos con el equipo turco y ser escogido dos veces como el mejor arquero de la liga de aquel país, se cumplió un ciclo y fue traspasado para mediados de 2007 al duro fútbol alemán para defender el arco del Colonia.

Duró allí hasta 2010 y salió a raíz de un altercado con el entrenador y ex futbolista croata, Zvonimir Soldo. Esto se dio por la decisión de aceptar una convocatoria para dos partidos amistosos con la Selección Colombia. Cuando volvió, pasó a la suplencia y por esto prefirió irse a jugar al Philadelphia Union de la MLS en el 2011.

Fue elegido en el equipo de las estrellas, sufrió una lesión en un dedo durante un mes y finalmente volvería al fútbol colombiano cumpliendo palabras que había dicho en 1998 cuando le preguntaron acerca de volver a jugar en Colombia: “Sí, pero en el Deportivo Cali, cuando nombren de presidente a Óscar Astudillo”. 

De regreso a Colombia en busca de completar el sueño

En 2012 fue nombrado Astudillo y trajo de Estados Unidos a Faryd. El portero fue llamado de nuevo a la selección para cumplir el sueño de un país de volver a un Mundial. Además, vino a aportar la cuota de experiencia a todo el grupo con el voto de confianza de Pékerman. Fue titular indiscutible con el Deportivo Cali y aunque el equipo tuvo altibajos importantes él siempre trató de ser sensato. Por ejemplo, decidió no cobrar más salario en 2012 por el bajo rendimiento en un partido: “cuando llegué, la primera condición que puse fue que mi sueldo estaría fundamentado en el rendimiento y los logros. Estoy con mucha vergüenza frente a los socios, hinchas y directivos”.

Pero una vez más sacó la perseverancia de siempre y aunque en algún momento declaró: “estoy cansado y decepcionado…hay cosas que me tienen aburrido. Si no estamos todos unidos… tomaré una decisión y veré qué hago”, se quedó a jugar pensando en que para cumplir con el llamado del seleccionador debía acumular minutos, mostrando la experiencia acumulada a los 42 años de edad. Así consiguió la Superliga colombiana en 2014 frente a Atlético Nacional.

La última página de esta historia como futbolista, un último nuevo récord

Siempre fue parte importante de la selección durante los últimos 20 años, participando en unos Juegos Olímpicos en 1992, tres Copas Américas (1993, 1995 y 1997), dos Copas de Oro (2003 y 2005), y tres Mundiales (1994, 1998 y 2014)

En Brasil 2014, Pékerman le dio la opción de atajar los últimos cinco minutos frente a Japón. Esos instantes finales del partido fueron suficientes para salvar una opción con su pie y evitar el descuento de los asiáticos. De nuevo pensó en el equipo, al igual que su entrenador, con quien antes del encuentro habían aclarado que lo importante era el bien grupal y solo si la ‘Tricolor’ iba ganando entraba a superar el récord que ostentaba Roger Milla desde 1994.

Mondragón se retiró luego de la Copa del Mundo, por ahora trabaja en los medios de comunicación pero seguramente más adelante volverá al fútbol de alguna manera.