Grzegorz Lato, la centella polaca

En tiempos donde se destacan los delanteros Robert Lewandowski y Arkadiusz Milik, es inevitable recordar los grandes talentos polacos de la década del 70. El emblema de aquella camada fue Grzegorz Lato, un wing de vieja escuela que hoy seguiría siendo un crack.

Por: @GonzaDeFeliche 

Era el más veloz de los veloces. En un entrenamiento se le controló su tiempo en los cien metros y los corrió en 10,2 segundos. Un verdadero correcaminos. Lato era un puntero derecho de endiablado tranco y de repiqueteo constante bien pegado a la raya, convirtiéndose en una luz desequilibrante. Además, a su velocidad le sumaba gol, lo que hacía un combo extraordinario y letal.

Se hizo conocer por el magistral desempeño en su Selección. Tenía buena estatura, era liviano y encarador a lo Garrincha o a lo Houseman. Grzegorz Boleslaw de nombre completo, nacido en Malbork, un 8 de abril de 1950 es considerado uno de los mejores jugadores de la historia polaca, que brilló en aquella maravillosa generación en los setenta.

La gran mayoría de su carrera la disputó en el Stal Mielec, donde debutó en la primera división con tan solo 16 años. En ese entonces la Asociación de Fútbol de su país prohibía que los jugadores menores de 30 años se marcharan a otra ligas y por ello Lato no jugó en las ligas poderosas del mundo fútbol ni en grandes equipos

En su club fue gran goleador, se coronó con dos Ligas de Polonia y recién con tres décadas al hombro lo transfirieron al Lokeren de Bélgica. Dos años más tarde jugaría una temporada en el Atlante de México y se retiró en el Polonia Hamilton de Canadá en 1985.

Sus mayores éxitos se dieron en la dorada camada del fútbol polaco en los 70. Lato fue cumbre en planteles históricos donde también eran estrellas Deyna, Boniek, Lubalski, Tomaszewski y Szarmach, entre otros. Participó en tres Juegos  Olímpicos y ganó tres medallas, siendo estandarte y figura en el oro de Munich 1972, que valió triple por su simbología histórica.

En Copas Mundiales también fue héroe: en Alemania 74 resultó goleador del certamen con 7 estallidos llevando a su nación a un brillante y sorprendente tercer puesto. En Argentina 78, salió eliminado por el equipo anfitrión en la segunda fase (hasta 1986, se disputaban dos rondas eliminatorias para llegar a las semifinales), con “el Divino Calvo ” deslumbrando a todos. Y en España 82, logró otro extraordinario tercer puesto siendo su escuadra eliminada por el campeón Italia. En total, en cien encuentros vistiendo la camiseta de Polonia, Lato registró 45 goles.

Tras su retiro deportivo, incursionó en la política y llegó  a ser el Presidente de la Asociación Polaca de Fútbol que tantas trabas le puso en su vida profesional y que no logró eludir como a sus rivales. Luego cedería el trono, a su socio en la cancha, Zbigniew Boniek. Curiosamente de tanto jugar por la banda derecha, su visión política se inclinó hacia la izquierda.