Río de Janeiro es de esas ciudades que te invitan a imaginarte reposado en sus playas, tomando sol en medio de su multitud alegre mientras ves jugar a decenas de personas con una pelota y, en medio de ese viaje, pasarte por el icónico Estadio Maracaná porque uno de los encantos evidentes del país en general es el fútbol; su pasión y devoción por el deporte rey que los acredita como pentacampeones del mundo con la ‘canarinha’, pero en Río es a otro precio, es otra cosa.
Hay una institución que presume con argumentos no solo ser el equipo más popular del país, sino del mundo entero: Flamengo. En 2021, una encuesta hecha por Sports Track a través de la consultora Convocados, ratificó el porqué de su popularidad, y es que, el 24% de Brasil dijo ser hincha del ‘Fla’ y, seguramente, seguirá creciendo en masa. Habrá más de uno en Colombia que siga el día a día y esté atento a cada juego del ‘tricampeão’ gracias al paso de Reinaldo Rueda por su banquillo y por aquellos cafeteros que vistieron la camiseta rojinegra.
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El nombre que más resalta es el de Gustavo Cuéllar, el volante venía de jugar en Junior de Barranquilla, su ficha pertenecía al Deportivo Cali y el ‘Mengão’ adquirió el 70% de ella en 2016. Fue la primera experiencia internacional para el barranquillero que tenía 23 años en ese momento, recién había ganado el título de Copa Águila (2015) y tenía claro que llegaba a una institución importante, y, no dudó en hacerlo saber en sus primeras declaraciones.
“Flamengo es uno de los equipos más grandes del mundo y eso me llamó la atención para venir”.
El mediocampista barranquillero disputó cuatro temporadas y mostró su mejor nivel deportivo vestido de rojinegro en el que se fue haciendo un lugar en el once titular con el paso del tiempo. Ganó cuatro títulos estaduales, entre esos el Campeonato Carioca (2019), pero el tan anhelado Brasileirao llegó para el equipo cuando ya él no estaba. Finalmente, en 2019 y tras 119 partidos jugados, se dio su salida de la institución de forma polémica, pues se encontraba ad-portas de jugar las semifinales de la Copa Libertadores y se marchó al Al-Hilal de Arabia Saudita por 7.5 millones de euros; en su despedida atribuyó sus motivos a “cuestiones personales” y dijo que había sido “una decisión difícil”. Sin embargo, también se le adjudicó el título de campeón continental por haber disputado parte del torneo.
Para ese tiempo, a Cuéllar lo acompañaron otros dos compatriotas, Orlando Berrío y Fernando Uribe. El primero, oriundo de Cartagena, llegó en 2017 tras haber sido campeón de América con Atlético Nacional el año anterior; firmó contrato por cuatro años y en 2020 se despidió del ‘Fla’ para irse al Khor Fakkan de los Emiratos Árabes por falta de minutos. Vestido de rojinegro alcanzó a jugar en 59 compromisos, marcó cuatro goles y dio seis asistencias y, además, cosechó ocho títulos: cuatro estaduales, dos nacionales y dos internacionales.
El segundo, llegó a mediados de 2018 en calidad de agente libre desde el Toluca de México para ocupar el lugar y dorsal dejado por Vinicius Junior. Con la fama de goleador, se esperaba que pusiera a festejar a la ‘torcida’ con sus anotaciones, pero apenas pudo hacer siete y jugar 25 compromisos. Aun así, fue parte de cuatro conquistas del ‘Mengão’, entre esas, la Copa Libertadores y el Brasileirao, en 2019. Ese mismo año, teniendo poca participación, se marchó al Santos.
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Marlos Moreno también hizo parte del ‘Fla’ y es esa joya que nunca terminó de brillar, llegó en 2018 a compartir vestuario con otros cafeteros; había estado en el fútbol español, pero su ficha pertenecía al Manchester City y su arribo se dio en calidad de préstamo. Su paso fue con poco protagonismo y solo pudo anotar un gol en los 35 duelos que disputó y, al término de la cesión, regresó a Inglaterra.
Pablo Armero fue el de paso más fugaz, ‘Miñía’ ya había estado en Brasil vistiendo la camiseta del Palmeiras y tenía recorrido internacional en ligas de élite, como la Premier de Inglaterra y la Serie A, incluso, aterrizó desde Italia en 2015, prestado por el Udinese. Sin embargo, el lateral no encontró la continuidad deseada a causa de lesiones y al finalizar ese año, se despidió tras haber jugado apenas cuatro partidos.
Por otro lado, están los casos curiosos de Cristian Martínez Borja, un delantero que ha sido noticia en más de una temporada y se ha destacado por el rótulo de goleador con su equipo del momento y, aunque en algunos ha anotado mayor cantidad que en otros, nunca le había pasado tener que irse en blanco y no quedar en los registros de ningún marcador; para su infortunio, eso le pasó con Flamengo. Llegó en calidad de préstamo desde Internacional, en 2010, pero solo tuvo la posibilidad de disputar siete compromisos en el Brasileirao y no pudo anotar ningún gol.
El otro caso es el de Richard Ríos que, jugando fútbol de salón, llamó la atención del ‘tricampeão’ en 2018 y lo llevó a su equipo juvenil. En 2020, subió al equipo profesional y debutó en el Campeonato Carioca (torneo estadual de Río de Janeiro); en 2021 extendió su vínculo hasta 2023, pero se marchó a préstamo al Mazatlán de México, en 2022 rescindió su convenio y se despidió de la institución.
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Podría decirse que Santiago Tréllez es de las entrañas de la institución, el ‘Fla’ puso los ojos en él durante el Sudamericano Sub-17 de 2007 y lo llevó a formarse en su academia; allí jugó en las categorías menores del club, pero no pudo llegar a debutar con el primer equipo, a pesar de ser convocado varias veces. Finalmente, se dio su traspaso a la reserva de Vélez Sarsfield de Argentina. Como él, hay dos colombianos más que tienen un lazo formativo con la academia del cuadro rojinegro: César Benavides y Samuel Bello.
El primero, es un central oriundo del departamento del Magdalena, que arribó a Brasil a mediados de 2022, procedente del equipo sub-20 de Millonarios y estuvo en la filial del Flamengo hasta agosto de 2023; posteriormente, fue anunciado como nuevo fichaje del Algeciras CF, de la tercera división del fútbol español. El segundo, es el colombiano más reciente que se puede vincular a las filas del ‘Fla’, otro juvenil con proceso inicial en el fútbol local y que llegó a complementarlo en 2023; firmó un contrato hasta 2025 y, por ahora, sigue a disposición desde las categorías de formación mientras espera el llamado a integrar el plantel profesional.
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Lo cierto es que, si la pasión por el fútbol es inagotable, el amor de la ‘torcida’ del Flamengo lo es aún más, asimismo los lazos con los colombianos. Si bien el brasilero nace con un balón en sus pies, el futbolista cafetero desarrolla la habilidad a medida que empieza a dar sus primeros pasos. En este instante, mientras tú, querido lector, estás terminando este artículo, puede estar naciendo la próxima joya nacional que le regale alegrías a la afición del ‘Mengão’