La final de un torneo es el partido que todo futbolista quiere jugar, llegar al último duelo esperando gritar campeón y anotar un gol es el momento soñado para cualquier jugador, pero si la anotación se da con una acrobacia y termina siendo de “chilena”, es aún más significativo. A veces, no es necesario estar al 100% para conseguirlo, basta con tener un toque de suerte para convertirse en el protagonista de la historia.
Rogerio Pereira fue un jugador brasileño que pasó sin mayor trascendencia por el fútbol de su país en Palmeiras, Sampaio Correira y Botafogo. Fuera de Brasil, actuó con Sport Boys e Italchacao de Perú. Faustino Asprilla lo recomendó al Cortuluá y con 25 años llegó a Colombia en el 2000. Para la última fecha del Apertura 2001, se enfrentaron Tuluá y Tolima, quien ganara finalizaría primero y tendría cupo a la Copa Libertadores.
En el Estadio 12 de octubre, el “intrascendente” Rogerio Pereira le dio el triunfo al equipo “corazón” y amargó a los ‘Pijaos’.
En el primer semestre de 2003, el delantero regresó a Brasil a jugar con Fortaleza y allí se consagró campeón del Campeonato Cearense. Varias veces fue contactado por Ricardo ‘Pitirri’ Salazar para que fuera al Deportes Tolima, pero solo hasta mediados de 2003, se pudo concretar la transferencia. Para su mala suerte, se lesionó a su llegada, aún así, pudo debutar con gol ante América en la primera fecha del campeonato y de ahí en adelante, le anotó a Junior, Bucaramanga (x3), Huila, Quindío y Envigado.
El equipo del ‘Chiqui’ García clasificó sexto y en el Cuadrangular B, Rogerio le anotó a Atlético Nacional y el DIM. Sorpresivamente, Deportes Tolima clasificó a la final, aunque con la duda de tener a su goleador en el partido de ida ante Deportivo Cali. Sin embargo, un día antes del compromiso, mientras el brasilero entrenaba diferenciado, ‘Chiqui’ García le dijo que lo necesitaba en la cancha sin importar como estuviera.
El duelo se jugó un 17 de diciembre y allí estuvo Rogerio. ‘Ferry’ Zambrano desbordó por izquierda, metió un centro y el brasilero anotó. A los 81′, llegó la jugada del partido, tiro libre de Jorge Artigas que rechazó Gerardo Bedoya en la línea y, tras una serie de rebotes, apareció Rogerio.
El remate fue suave e increíblemente Leo Díaz no pudo contenerlo y también se le pasó a Bedoya. Fue un 2–0 con el que viajaban más tranquilos a Cali por la ventaja. (Ver Gol de Chilena)
En el partido de vuelta, Deportivo Cali igualó la serie de local. Rogerio seguía con molestias físicas, pero jugó y cobró un penal: “Me acuerdo que el ‘Chiqui’ me preguntó más de una vez si quería patear, yo tenía crédito en mí y, gracias a Dios, participé y ayudé al equipo en ese momento”, dijo en una entrevista para el periódico Nuevo Día.
Aquel día fue histórico para el Deportes Tolima y toda la hinchada del vinotinto y oro que festejó su primera estrella.
Aun así, no todo fue color de rosa para los hinchas y su goleador: “Tenía todo arreglado para retornar al Tolima, recuerdo que fue un domingo, a la 1 de la mañana hora de Brasil, el senador Camargo llamó a la casa y dijo que ya estaba todo hablado con el representante. Dormí con la intención de regresar a Tolima, pero el lunes por la mañana el representante me llamó y me dijo que ya tenía arreglado un contrato por casi tres años en Arabia Saudita. Me fui con el corazón en la mano, porque mi deseo era regresar al Deportes Tolima”.
