La Copa del Mundo de Sudáfrica 2010 dejó varios hechos anecdóticos que quedarán para la posteridad. Uno de ellos en un partido de los octavos de final que terminó con una gran polémica y una “solución” tecnológica para los siguientes campeonatos.
Inglaterra y Alemania, dos potencias mundiales con nóminas de lujo, se enfrentaban en un partido memorable. Los ingleses venían de quedar segundos en un grupo compartido con Estados Unidos, Argelia y Eslovenia. Del otro lado, los ‘Teutones’ ocuparon el primer puesto en el grupo con Ghana, Serbia y Australia.
El partido se inclinó hacia los alemanes que empezaron ganando con gol de Miroslav Klose. Aunque Inglaterra se acercó no pudo concretar sus oportunidades y el equipo de Joachim Löw anotó el segundo con Lukas Podolski a los 32 minutos. Inglaterra volvió a la lucha gracias a Matt Upson y casi de inmediato vino la polémica jugada.
Frank Lampard aprovechó un rebote en la medialuna y remató por encima de Manuel Neuer. El balón pegó en el travesaño y claramente sobrepasó la línea de gol. Naturalmente Lampard salió a celebrar y hasta los narradores de varias transmisiones cantaron el gol. Sin embargo, el árbitro central Jorge Larrionda y su compatriota uruguayo Mauricio Espinosa no convalidaron la anotación.
Era el gol del empate y un golpe anímico a favor de los ingleses. En la parte complementaria el equipo ‘teutón’ liquidó el compromiso gracias a dos goles de Thomas Müller. Una vez más Inglaterra se despedía del Mundial sin alcanzar al menos la semifinal y con un equipo que contaba con importantes figuras como: John Terry, Ashley Cole, Steven Gerrard, Frank Lampard, James Milner, Jermain Defoe, Wayne Rooney, entre otros.
Las declaraciones no se hicieron esperar, los medios sabían que había sido gol y cuestionaron al arquero alemán Never que manifestó: “Al darme vuelta, solo me concentré en el balón. Hasta el control antidoping vi que el balón estaba adentro, intenté jugar rápido hacia adelante para que el árbitro no pensara que había entrado”.
El técnico Fabio Capello también se pronunció al respecto: “Ese gol era muy importante para nosotros. No comprendo cómo en estos tiempos todavía estamos hablando de eso. Creo que jugamos bien con el 2 – 1, luego debió haber sido un 2 – 2, pero a partir de ahí cometimos muchos errores y ellos nos contraatacaron bien. Nosotros tuvimos errores, pero el árbitro tuvo el más grande de todos”.
Tiempo después el árbitro Larrionda habló de su error en este partido: “Fue muy difícil la apreciación de la situación. La realidad es que los árbitros estamos focalizando la jugada sin saber qué va a pasar. El asistente siempre va a estar con el último defensa y él estaba donde debía estar. El árbitro central también estaba donde debía estar, en la entrada del área. Por lo tanto se debía decidir la situación en carrera y en movimiento. En realidad no se pudo ver dónde picó el balón”.
Para muchos fue la “revancha” de aquella final del Mundial de Inglaterra 1966. En los 90 minutos hubo empate 2 – 2 y al minuto 101 un remate de Geoff Hurst pegó en el travesaño y nunca se pudo establecer si entró o no. Para los alemanes el balón jamás traspasó la línea y por eso protestaron.