El delantero nacido en Santa Cruz de la Sierra es el más caro en la historia de Bolivia. Ha jugado en el fútbol brasilero, alemán, inglés, ucraniano y chino pero muy poco en su tierra natal.
Hijo del ex futbolista Mauro Martins que se retiró a finales de los años 70 y se casó con una boliviana. Marcelo es reconocido en Bolivia con el apellido de su padre y en Brasil con el de su madre, Moreno. Hizo parte de Oriente Petrolero aunque a los 17 años se marchó a Salvador de Bahía para jugar con el Vitória.
“Estuve solo en Salvador durante cuatro meses, pero al cabo de ese tiempo mi padre vino. Yo no sabía hablar muy bien portugués, y él tuvo que ayudarme bastante”, recuerda el atacante. Con Vitória ganó el campeonato regional de Baia y empezó a despertar el interés de otros equipos.
Tras destacarse con su club, la Selección Sub-20 de Brasil lo citó para disputar un torneo amistoso en Tokio y otros partidos. Alcanzó a marcar cuatro goles pero nunca asistió a una competencia oficial. Moreno Martins prefirió la selección boliviana donde sentía que tendría más oportunidades.
En 2007 lo fichó el Cruzeiro y además marcó su primer gol oficial con la selección boliviano. Se lo marcó a Venezuela en San Cristóbal en las Eliminatorias a Sudáfrica 2010. Shakhtar Donetsk lo compró y meses después lo prestó al Werder Bremen y Wigan donde no tuvo muchas oportunidades.
A partir del 2012, Marce Moreno Martins volvió a Brasil a jugar con Gremio, Flamengo y Cruzeiro hasta el 2015 cuando viajó a China para unirse al Changchun Yatai. En Bolivia todavía esperan que el goleador algún día vuelva para vestir la camiseta algún club de ese país.