Después de que Brasil ganó su tercer Mundial, en 1970, le regalaron el trofeo Jules Rimet que existía desde el primer campeonato en 1930. A partir de ahí se buscó un nuevo modelo y se eligió el diseño de un italiano. Constantemente la Copa del Mundo realiza diferentes giras para que pueda ser admirado en varios países.
La FIFA le pidió a la compañía GDE Bertoni de Milán presentar diseños para el nuevo trofeo del Mundial de Fútbol. El escultor Silvio Gazzaniga era el director artístico y envió dos bocetos. Posteriormente construyó un prototipo, pues consideraba que en un simple dibujo no se veía la magnitud del trofeo y en abril de 1971 la FIFA lo escogió. Aparte de éstos, también recibieron otros 53 diseños de diferentes artistas nacidos en 7 países diferentes.
En el trofeo hay dos figuras humanas que sostienen el globo terráqueo. “La intención era representar la fuerza, el dinamismo y el júbilo del atleta en la victoria, que se expresa con tanta alegría. Los volúmenes aparentemente irregulares dan la sensación de dinamismo. Está claro que el mundo debía formar parte de ella. El mundo es una esfera y, como tal, muy parecido a un balón”, expresó Gazzaniga en una entrevista para el portal web de la FIFA.
La Copa del Mundo tiene oro de 18 quilates, pesa 6 kilogramos aproximadamente y mide 36 centímetros de alto. En la parte de abajo se decidió poner malaquita, ya que es un mineral semiprecioso que se encuentra en todos los continentes y es verde como una cancha de fútbol. Pocos saben que en la parte de abajo de la base, es decir donde queda apoyada, están escritos los nombres de los países que la han ganado: Alemania (1974, 1990 y 2014), Argentina (1978 y 1986), Italia (1982 y 2006), Brasil (1994 y 2002), Francia (1998) y España (2010).
No cualquiera puede tocar el trofeo, solo los campeones del mundo y jefes de estado lo pueden hacer sin guantes, mientras que ciertos delegados de la FIFA que la transportan lo hacen con guantes. Ningún campeón se queda con la Copa del Mundo, se les entrega una réplica y la original permanece en el Museo de la FIFA en Zúrich. Constantemente la FIFA y sus diferentes patrocinadores realizan giras para que el trofeo pueda ser visto en varias partes del mundo.