Ha sido una de las polémicas más grandes en el fútbol de la segunda división en Colombia. Muchas teorías se tejieron a lo largo de los años y un día habló uno de los protagonistas para contar lo sucedido. Cuatro goles en solo 5 minutos no es para nada normal y las sospechas eran más que justificadas.
Por: Felipe Valderrama – @ValderramaFeli
Torneo de la B en 2004 y tras un todos contra todos se hicieron 2 cuadrangulares. Ambos estuvieron reñidos y hasta la última fecha se decidió todo. En el grupo A el Deportivo Antioquia peleó con Centauros de Villavicencio y los paisas terminaron clasificando. En el B todo estuvo de infarto, a falta de una fecha los 4 equipos tenían 7 puntos y solo cambiaba la diferencia de gol: Valledupar (+1), Cúcuta (0), Real Cartagena (0) y Alianza Petrolera (-1).
Por supuesto los partidos se disputaron a la misma hora. Cúcuta era dirigido por Eduardo Retat y superaba 3 – 1 en casa a Alianza Petrolera. De otro lado hasta el minuto 84 el Real Cartagena de visita superaba 0 – 1 al Valledupar y por diferencia de gol los “Motilones” eran los clasificados a la final. Sin embargo, en 5 minutos los “Heroicos” anotaron 4 goles. Yovanni Arrechea (x3), Carlos Valdés y Sergio Ángulo marcaron en la goleada 0 – 5.
Era lógico que ese final de partido despertara sospechas. Los hinchas del Valledupar se indignaron y comenzaron a gritar: “¡Somos corruptos, somos corruptos!”. El veedor que había mandado Cúcuta a ese partido dijo: “Una vez el Real Cartagena marca el 2-0, el técnico de ellos, Jesús “Kiko” Barrios, les hace una seña con el marcador del partido de Cúcuta y les dice algo así como que no hay nada más que hacer. Ahí, el equipo se para”.
Barrios por su lado defendió al equipo: “Los jugadores estaban desmotivados por el penal perdido, el segundo gol y mucho más cuando el Real marcó el tercero. Nosotros no le regalamos el partido al Real”. El alcalde de Valledupar, Ciro Castro, pidió explicaciones ya que el equipo tenía apoyo económico por parte de ellos. El presidente del Real Cartagena, Hernán Vélez, expresó por su lado: “Cúcuta no hizo más goles que nosotros en el cuadrangular. El Real fue muy superior en los momentos adecuados”.
Efraín Pachón, presidente del Cúcuta, pidió una investigación y su colega del Valledupar, Eloy Quintero, le devolvió la acusación: “El Cúcuta tendrá sus motivos para protestar, como lo hicimos nosotros cuando jugamos en esa ciudad y nos hicieron un gol fuera de tiempo y nos expulsaron dos jugadores”. Desde antes ya circulaba entre pasillos el rumor de que los árbitros favorecían al Cúcuta. La cosa llegó a tal punto que el Gobernador de Norte de Santander, Luis Miguel Morelli, hizo una denuncia en Coldeportes y la Fiscalía.
Acusaciones de un lado y otro terminaron en que Luis Bedoya como Presidente de la Dimayor decidió que se aplazara la final entre Real Cartagena y Deportivo Antioquia. Hasta un grupo de hinchas de Cúcuta fue a la sede de la Dimayor a hacer un plantón y exigir justicia. La Comisión Disciplinaria hizo “un profundo y minucioso análisis de los hechos y según todos los elementos de juicio recaudados, no se observó irregularidad alguna que amerite sanción”. Real Cartagena ascendió bajo el mando de Hernán Darío Herrera. Y algo que aumentó más la sospecha es que los “Heroicos” ficharon a Manuel Galarcio, el entonces líder de la defensa del Valledupar.
Diez años después el entonces arquero del Valledupar, José de Ávila, contó lo sucedido al diario ‘El Pilón’: “Ese día hubo una reunión entre un representante del Real Cartagena, Kiko Barrios, Manuel Galarcio y el presidente del Valledupar, en aquel entonces el chileno Jorge Alcérrega, la idea era que clasificara un equipo costeño a la final de la B y no el Cúcuta al que querían meter a la fuerza y con la ayuda de los árbitros. Cuando jugamos en Cúcuta, el línea señaló un fuera de lugar y el central no le prestó atención, yo me quedé parado y nos marcaron; ese día expulsaron a Galarcio y creo que a Albeiro García, a ese equipo querían clasificarlo a como diera lugar”.
Hasta ese momento ratificó lo que en su momento se decía del Cúcuta y que pudo ser una especie de venganza de los equipos costeños. Luego De Ávila continuó: “El arreglo consistió que el equipo que fuera perdiendo en los últimos 5 minutos debía regalarse y recibiera más goles para sacar al Cúcuta, pero que yo sepa en ningún momento hubo arreglo económico”. Tiempo después también se supo que paramilitares apoyaban al Valledupar F.C y más sombras se pusieron sobre ese escandaloso episodio.