Tuvieron que pasar tres años para ver a Santa Fe, nuevamente, en una final de la Copa Libertadores Femenina. Así como en 2021, su rival fue un súper poderoso del fútbol de Brasil, Corinthians, que a pesar de bajas sensibles como la de Tamires Dias no perdieron el
estatus de favoritas.
De frente, estuvieron unas leonas que, ante el peligro de sufrir más de lo esperado, decidieron arriesgar y ver a los ojos a esas rivales sin dejar de soñar con el título.
El batacazo no ocurrió, pero en la historia quedarán escritas las palabras de esas líderes, Natalia Gaitán y Camila Reyes, quienes no escatimaron en arengas buscando revolucionar a esas mujeres de rojo y blanco que llegaron sin rótulo y estaban jugando una final continental.
A pesar de no regresar a Colombia con el trofeo, hay algo que ganaron para no perder nunca y es el reconocimiento de los aficionados al fútbol en nuestro país que, una vez más, vieron la fuerza de esas mujeres que salieron siempre por el todo o nada.
Un reconocimiento que llevan buscando por años, que seguramente no cambiará la realidad inmediata del fútbol femenino en Colombia, pero que sí las pone en el centro de esas famosas conversaciones de mesa familiares.
Una prioridad que esperan tener también desde las directivas de los clubes profesionales en Colombia. Ya son muchos los mensajes directos que esperamos no sean direccionados a la carpeta de Spam en un momento en el que las mujeres sigue encontrando espacios de integración.
Ah, y muy campeonas y todo, pero a Corinthians no le sobró carácter para poner en evidencia eso que no está bien en el torneo organizado por la Conmebol y que pide a gritos un cambio que ponga a las protagonistas en un nivel superior.
Sí, otro subcampeonato para Santa Fe, pero vaya inténtelo y llegue a una final para volver a juzgar.