Fue el 25 de enero de 1999 a la 1:19 pm, ese día murieron cerca de 2.000 personas. Entre los fallecidos estaban dos jugadores y un empresario argentino hospedados en el Hotel Armenia Plaza donde se derrumbaron los siete pisos.
Uno de ellos era Rubén Bihurret, había debutado profesionalmente en Newell’s Old Boys bajo la ordenes de Marcelo Bielsa. Otro fue Diego Montenegro, formado en Rosario Central pero que no pudo jugar en Primera División. Mientras que Darío Campagna era un ex futbolista y en ese momento representante de jugadores. Este último había llevado a los dos futbolistas a Armenia para integrarse al Deportes Quindío.
Ese lunes ya habían tenido su primer entrenamiento y a la hora del terremoto se encontraban en la recepción del hotel. Incluso Bihurret estaba dando una entrevista telefónica a Caracol Radio cuando de un momento a otro se cortó la comunicación. Los tres argentinos murieron, a diferencia de Néstor Lotártaro el arquero del Quindío. El guardameta se disponía a recoger a sus compatriotas para acompañarlos a firmar el contrato. Cuando Lotártaro estaba a unas pocas cuadras ocurrió la tragedia. Se bajó de su carro y caminó hasta el hotel. Lo encontró derrumbado y horas después se enteraría de la muerte de sus compañeros.