El fútbol colombiano ha estado, en algunas ocasiones, a la orden del excentricismo y la farándula, como pasó con Leonel Álvarez y una particular cábala al finales de la década de los años 80’s, cuando el mediocampista defensivo salía a la cancha con una acompañante poco común. Se trató de Leonela, una boa constrictor que se posaba en el cuello del jugador de Atlético Nacional, en ese entonces, antes de los partidos.
Las versiones del porqué Leonel Álvarez portaba al animal antes de cada encuentro son variadas. Unos dicen que fue debido a que replicó lo que hacía el boxeador de Sucre, Luis ‘Chicanero’ Mendoza, que se ganó el apodo por el mismo hecho de excentricidad con una serpiente cuando iba hacia el cuadrilátero. Otra versión es que, simplemente, el jugador quiso hacer algo llamativo y se le ocurrió tener una boa en la previa de cada duelo, acorde a la estética de la época.
Lo cierto es que el gesto no causó indiferencia y logró el cometido de ser un diferenciador cuando Leonel Álvarez tenía un partido. El ‘14’ repitió esto en varios duelos de 1989, hasta el punto en que, cuenta el propio jugador, Francisco ‘Pacho’ Maturana le pidió al mediocentro que siguiera con su icónica entrada ya que le traía buenos resultados a Atlético Nacional.
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“En el inicio me daba miedo ingresar con ella, era del preparador de arqueros, pero como fuimos ganando ingresaba conmigo en todos los partidos y la tenía en la concentración” contó para un medio radial en Paraguay. Cábala o no, ese año el conjunto ‘verdolaga’ ganó su primera Copa Libertadores y en el Estadio Nemesio Camacho El Campín, durante la noche del título, Leonel marcó el último penal de la tanda que le dio la gloria continental.
“Mis compañeros en la habitación, por miedo a la culebra, no se quedaban conmigo, por la noche la culebra salía de la valija”. Dijo refiriéndose también al cariño que le tuvo a Leonela, su amuleto de la buena suerte. Sin embargo, con el tiempo, el animal pasó a ser de mal agüero para sus acompañantes y Leonel dejó de conservarla. Dicen que la donó al Parque Zoológico Santa Fe de Medellín con mucho despecho.