Su historia es bastante particular porque pasó del amor al odio de varios hinchas del equipo donde vivió buenos momentos al comienzo de su carrera. Además, ocurrió algo extraño y es que perteneciendo a otro club le dieron permiso para jugar un partido en Millonarios.
“Mi sentimiento siempre es y será azul”, dijo Andrés Pérez alguna vez. El bogotano se formó en Maracaneiros y se marchó al América de Cali junto a Kilian Virviescas y Fabián Vargas. A Pérez lo prestaron al Real Cartagena en 1999 y a los 6 meses se fue a préstamo a Millonarios. Estaba a punto de cumplir 19 años y se consolidó en el mediocampo albiazul, tanto que desde muy joven le dieron la cintilla de capitán en varios partidos.
El Siglo XXI llegó con una gran crisis para Millonarios, la Dirección Nacional de Estupefacientes se quedó con las acciones del narcotraficante Gonzalo Rodríguez Gacha y el club vivía momentos muy difíciles. Andrés Pérez era uno de los jugadores más queridos por la hinchada, por ser bogotano y por su gran personalidad dentro del campo. En 2003 lo convocaron a la Selección Colombia, aunque extrañamente tuvo más oportunidades Jorge López Caballero, su compañero en el mediocampo capitalino.
Ese 2003 fue uno de sus mejores años, Millonarios estuvo a pocos minutos de clasificar a la final y ya en 2004 la crisis aumentó. En el Apertura se quedó el equipo fuera de los 8 y los directivos buscaban ingresos. Andrés Pérez era el jugador de mostrar, surgieron algunas versiones donde los embajadores le habrían ofrecido el volante al Deportivo Cali a cambio de varios jugadores. La situación era tan complicada que no contaban con recursos para reforzar el equipo.
Al final Andrés Pérez se marchó a Quilmes de Argentina y Millonarios armó lo que se llamó “el kínder de Cortés”, una nómina con varios juveniles y dirigida por Oscar Cortés. En septiembre llegó a la presidencia Juan Carlos López y se abrió una esperanza para el hincha. En general se creó un buen clima para salvar el equipo, se contrató a DraganMiranović como técnico y se organizó un partido amistoso contra River Plate en diciembre. La idea era homenajear a Amadeo Carrizo, histórico arquero de ambos clubes, y ganar dinero por la taquilla.
River Plate aterrizó en Bogotá el 15 de diciembre bajo el mando de Leonardo Astrada y figuras como: Franco Constanzo, Cristian Nasuti, Eduardo Tuzzio, Jairo “Viejo” Patiño, Marcelo Gallardo, Gastón Fernández, Maxi López, entre otros. Un grupo de hinchas se asoció para crear la campaña “Vive Millos” con las venta de unas manillas y donde el dinero iba a una fiducia para que el dinero se invirtiera en el equipo. El ambiente era perfecto y la cereza del postre fue Andrés Pérez, que jugaría el partido para reforzar a Millonarios y ayudar en el renacimiento de la institución.
El 16 de diciembre de 2004 se llenó El Campín, Amadeo Carrizo hizo el saque de honor y los miles de hinchas corearon: “oe oe oe oe Andrés Pérez”. Hubo fuegos pirotécnicos y al término del primer tiempo el partido iba 1 – 1 con anotaciones de Pepe Moreno y Patiño. A los 52, Andrés Pérez hizo una gran jugada, aprovechó un rebote del arquero y con una “barrida” puso el 2 – 1. El estadio estalló en un grito, mientras el bogotano le dedicaba el gol a su hijo. Diez minutos después lo sustituyeron y de nuevo se escuchó el “oe oe oe oe Andrés Pérez”.
Los protagonistas de esa noche mágica terminaron mal en Millonarios. Juan Carlos López nunca pudo salvar el equipo. Estuvo a cargo hasta mediados de 2010 con malos resultados deportivos y financieros. Varios hinchas lo catalogan como uno de los peores presidentes de la historia. Andrés Pérez jugó en San Lorenzo y Arsenal de Sarandí hasta que regresó a mediados de 2007 al equipo albiazul. No tuvo el mismo rendimiento y se marchó al Cali. Le marcó algunos goles a Millonarios y tuvo ciertas actitudes en los partidos con las que se ganó la antipatía de los aficionados. De héroe a villano.