En una fría noche en Santiago, la capital de Chile, Colo-Colo recibió a Junior de Barranquilla en un Estadio Monumental sobrepasado de gente apoyando al conjunto local. Aunque también estuvieron algunos “vivos” que se camuflaron para poder presenciar un atractivo partido de octavos de final de la gloriosa Copa Libertadores.
Ahí estuve viendo a Junior de Barranquilla, perdón de Colombia. Sí, de Colombia porque el tiburón fue el único colombiano que se ganó el derecho de estar entre los dieciséis mejores del sur del continente. Aunque no guste su juego e incluso, a algunos les incomode su presencia.
Como en el 94, también en la misma instancia, Junior se cruzó con el Cacique chileno, pero a diferencia de aquella vez en el partido de ida, el equipo rojiblanco no pudo empatar y cayó 1-0 con gol de Vicente Pizarro al minuto 76.
En un partido donde el 0-0 apuntaba como marcador ideal para los dirigidos por Arturo Reyes, los albos entendieron que estaban en su casa, con un marco excepcional y más de 45 mil hinchas alentando desde que ingresaban al complejo deportivo.
Apelando a ese recuerdo de hace 30 años, Junior de Colombia buscará salir victorioso en la serie frente a Colo-Colo en su casa. En Barranquilla y con su gente que, ojalá le cumpla la cita al equipo que tanto dice amar y, asimismo, los jugadores le metan un poquito más de sudor y mentalidad positiva al asunto. Porque sí, ellos saben que se les escapó un partido que era de empate, pero tienen claro que es remontable y favorable el cerrar de local.
El gran asunto, por no decir inconveniente, es que en esta edición, Junior no ha podido ganar ningún duelo del certamen internacional en el Metropolitano. Tres empates que, ahora mismo, se transforman en una cuenta pendiente para los rojiblancos.
Quién sabe si el duelo que, hace décadas se resolvió por penales y tuvo como ganador a Junior, se defina de la misma de la manera y con el mismo vencedor. Quién sabe si el temperamento del Pibe Valderrama contagie a algún jugador o el espíritu goleador de Iván René Valenciano se impregne en varios.
Lo cierto es que dentro del peor escenario posible, a Junior le tocó el menos peor y es un equipo con jugadores de experiencia que pueden batallar con esta situación.