Ser entrenador de un equipo grande siempre trae grandes presiones y el conjunto albiazul no es la excepción. Algunos personajes no pueden controlar su carácter en pleno partido pero una vez se da el pitazo final las cosas se calman. Sin embargo, a otros les cuesta más controlarse.
Mario Vanemerak fue nombrado técnico de Millonarios en septiembre de 2007 luego de la salida de Martín Lasarte. El argentino, que fue campeón con el conjunto capitalino en 1987 y 1988, llegó a la semifinal de la Copa Sudamericana y continuó al mando para el 2008. El reto era volver a clasificar entre los ocho y disputar las finales de la liga colombiana.
En los primeros 11 partidos el equipo sumaba 17 puntos, producto de 4 victorias, 5 empates y 2 derrotas. Estaba en la zona de clasificación y visitaba al Deportivo Pasto, una plaza difícil para los embajadores. A los 29 minutos anotó Arnaldo Alonso de cabeza y en el segundo tiempo los visitantes se quedaron con 9 hombres tras las expulsiones de Andrés Mosquera y Luis Asprilla. Con la ventaja numérica, Óscar Martínez puso el 2 – 0 definitivo.
Vanemerak estaba cumpliendo 6 fechas de sanción por lo que había pasado 3 partidos antes en el partido ante Santa Fe. Según la Comisión Disciplinaria el argentino le protestó fuertemente a la terna arbitral, casi se va a los golpes con el ‘Pecoso’ Castro, le hizo gestos ofensivos a los hinchas rivales y en declaraciones dijo que hubo cosas raras en el arbitraje.
El entrenador no pareció calmarse luego de la sanción y entró al camerino del estadio de Pasto cogiendo la puerta a patadas y derribándola. Además, dos calentadores de agua también fueron golpeados y quedaron con imperfecciones. Por otro lado, Ricardo Ciciliano tuvo un altercado con un periodista a la salida cuando según él le puso el micrófono abusivamente en la cara.
Los directivos del Deportivo Pasto se quejaron y anunciaron que pasarían la cuenta de los arreglos al equipo bogotano. La Dimayor castigó a Vanemerak con 3 meses de sanción y el técnico aceptó su mal comportamiento en los descargos a los que acudió con los directivos de Millonarios. Hasta el gobernador de Nariño, Antonio Navarro Wolff, dijo que iba a demandar al entrenador por daño en bien público.
“La verdad no me importa, no me interesa, seguro que hay mucha gente que está feliz con esta noticia”, expresó el argentino en caliente. Luego con más calma dijo: “Estoy arrepentido por lo que hice en Pasto y en el reciente clásico contra Santa Fe, pero el castigo es exagerado porque no he matado ni he robado a nadie. Me quieren cortar las piernas, porque todo lo que ha pasado nos quita oportunidades futuras a mí a y mi familia”.
En los 3 meses además se contemplaba que el técnico no podía ni entrar al camerino a dar instrucciones y además tuvo una multa de $10.614.500. Bonner Mosquera fue designado para reemplazarlo en el banquillo durante los partidos. Millonarios cayó 0 – 4 con Boyacá Chicó en El Campín y finalmente Juan Carlos López, Presidentel del Club, anunció la destitución de Mario Vanemerak.