Cuando la FIFA “ayudó” a los locales en las Copas del Mundo

Mucho se ha hablado del escándalo de corrupción en el máximo ente del fútbol. A nivel de deportivo la FIFA también contribuyó con situaciones sospechosas en algunas Mundiales.

En 1934 el Mundial de Mussolini: 

El dictador italiano estaba obsesivo con realizar una Copa del Mundo, pues la sede ya se había perdido en 1930 cuando se realizó en Uruguay. El general Giorgio Vaccaro era el presidente del Comité Olímpico Italiana y designado por Mussolini para “encargarse” de todo. Ya se había presionado a Jules Rimet, presidente de la FIFA, y las diferentes federaciones para que el 8 de octubre de 1932 en el Congreso de la FIFA se le diera la sede a Italia.

Mussolini mandó a hacer un trofeo, aparte del que se entregaba habitualmente, que era seis veces más grande y se llamó ‘Copa del Duce’. Los locales además contaban con jugadores argentinos como Raimundo Orsi, Luis Monti, Enrique Guaita y Atilio Demaría y el brasilero Anfilogino Guarisi, algo que estaba permitido en la época. Los jueces eran designados por una comisión arbitral de la FIFA que no estaba controlada e Italia tenía una gran influencia.

En octavos de final la ‘azzurri’ ganó fácilmente a Estados Unidos 7 – 1 y en cuartos tendría un difícil partido con España. El encuentro terminó empatado a un gol y al otro día debió realizarse otro, pues no estaba reglamentada la definición por penales. Los árbitros fueron el suizo René Mercet y el belga Louis Baert, que por su pobre desempeño y ayuda a Italia nunca más volvieron a dirigir. El partido lo ganaron los locales 1 – 0 con anotación de Giuseppe Meazza y tanto en el primer como segundo encuentro los italianos lesionaron a los arqueros españoles.

Austria era el rival en las semifinales y el árbitro el sueco Ivan Eklind que según algunas versiones había cenado con Mussolini la noche anterior. Italia ganó 1 – 0 y de nuevo hubo juego fuerte que no fue penalizado. Antes de la gran final el dictador le dijo a los jugadores: “Sino ganan la Copa ¡Crash!”, mientras se pasaba su dedo por el cuello.

El rival fue Checoslovaquia y de nuevo el mismo árbitro de la semifinal. En los 90 minutos hubo empate a un gol y se decidió todo en tiempo extra con anotación de Angelo Schiavio. Al final dicen que Jules Rimet dijo que no sabía si la FIFA había sido el organizador del Mundial o Mussolini.

Inglaterra 1966, eliminación Brasil y “Gol fantasma”: 

En aquel año el inglés Stanley Rous era presidente de la FIFA y esto ayudó a que se eligiese su país natal como sede. Desde el comienzo hubo dudas con el sorteo, pues Brasil que venía de ser campeón en 1958 y 1962 le tocó un grupo difícil con Portugal y Hungría. Asimismo los árbitros del grupo eran en su mayoría ingleses y permitieron el juego fuerte de Bulgaria contra Pelé en el primer partido. ‘El Rey’ no jugó contra Hungría y frente a Portugal estuvo casi cojeando. En estos dos últimos encuentros perdió la ‘canarinha’ por lo que salió eliminada en primera ronda.

Según João Havelange, futuro presidente de la FIFA, se arregló para que la final fuera Inglaterra y Alemania, pues en las semifinales un inglés le pitó a los ‘teutones’ y un alemán a los británicos. En el partido definitivo está la historia conocida del “Gol Fantasma”. En tiempo extra Geoffrey Hurst remató, el balón pegó en el travesaño y picó en la línea, pero el árbitro decretó gol.

Argentina 1978, otro local que gana: 

El Mundial le fue designado a los sudamericanos en 1973 cuando todavía no había dictadura. Una vez Jorge Videla llegó al poder en 1976 hubo presiones hacía el presidente de la FIFA, João Havelange, para cambiar la sede. Se dice que el brasilero no lo hizo, pues a cambio de seguir otorgándole la sede a Argentina el dictador liberaría a Paulo Antonio Paranaguá. Este hombre era hijo de un diplomático brasilero que había sido detenido en Argentina junto con su novia.

La FIFA también mandó delegados para ver las obras y la situación del país. A su regreso y cuando la prensa les preguntó sobre la muerte de inocentes dijeron que solo hablarían de fútbol porque no eran políticos. Durante la Copa del Mundo está el famoso partido contra Perú donde los locales debían ganar por cuatro goles y el partido finalizó 6 – 0. Algunas versiones hablan que Videla entró al camerino a hablar de la solidaridad sudamericana, además que era amigo de Francisco Morales, dictador peruano que estaba en el poder.

Los que creen que no hubo arreglo dicen que Perú tuvo dos tiros en los palos cuando el partido iba 0 – 0. Por otro lado, el arquero de los ‘Incas’ era ‘Chupete’Quiroga, argentino nacionalizado, que hace pocos años dio a entender que algunos jugadores si recibieron plata. Por último, hubo un cargamento de cuatro toneladas de trigo que el gobierno argentino “donó” a Perú días después.

La “sorpresa” de Corea en el Mundial del 2002: 

En el momento fue un escándalo arbitral los partidos de Corea del Sur contra Italia y España en la Copa del Mundo donde los orientales fueron sede. Ante los ‘azzurris’ en octavos de final pitó el árbitro ecuatoriano Byron Moreno. No expulsó a dos coreanos por fuertes acciones sobre Del Piero y Maldini y luego si a Francesco Totti por una simulación. El partido finalizó 1 – 1 y en tiempo extra se le anuló una acción de gol a Damiano Tommasi por un fuera de lugar que no existió. Los coreanos terminaron ganando 2- 1 y el árbitro años después fue encontrado con 6,2 kilos de heroína llegando a Nueva York.

Contra España en cuartos de final el señalado fue el árbitro egipcio Gamal Ghandour. No fueron uno, ni dos sino tres goles los anulados a los ibéricos injustamente. El encuentro finalizó 0 – 0 y Corea del Sur ganó en penales con un arquero que se adelantaba lo que quería.

Hace pocos meses cuando estalló el escándalo de la FIFA el diario italiano Corriere dello Sport, reveló que según la información que tenían estos dos partidos fueron arreglados por los dirigentes directamente con los árbitros de esos dos partidos.

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Editorial El Cinco Cero