Este sábado 31 de agosto comenzará el Mundial Sub-20 femenino en Colombia y es imposible olvidar que hace dos años, una generación tricolor se coronó subcampeona del mundo. Sí, una Selección Colombia, en ese momento, sub-17.
Las cuentas son claras: esa selección es la base de este campeonato, con escasa mayoría de edad en algunas de sus dirigidas, competirán por un título del mundo -otro en realidad, el primero lo perdieron ante España-.
Como todos sabemos, las selecciones femeninas de Colombia ilusionan: nos metieron en el Mundial Sub-17, en República Dominicana, este año y la mayor, compitió en la cita orbital de Australia y Nueva Zelanda 2023, además de los Juegos Olímpicos de París 2024. Ahora, llegó el turno de las ‘chicas’ de Carlos Paniagua.
Lo del profe también es de otro nivel: desde que tomó las juveniles femeninas de Colombia hace tres años, solo ha sido un derroche de talento tipo exportación.
Nadie reprocha que este grupo incluye en el papel estelar a Linda Caicedo –que tiene más mundiales que usted y yo juntos-, pero si quisiera incluir a alguien más, lo haría con Gabriela Rodríguez -goleadora del pasado Sudamericano Sub-20 en Ecuador con 7 goles-; Mary José Álvarez, ‘la capi’; Luisa Agudelo – la portera campeona con Deportivo Cali- o Juana Ortegón – una mediocampista todoterreno -.
Increíblemente, la historia en la Sub-20 femenina de Colombia, apenas escribirá su tercer capítulo en el registro de los mundiales. Lo más significativo es que el despertar del fútbol femenino de nuestro país recreó capítulos importantes en el último tiempo, dignos de sentirnos orgullosos.
Para Luisa, Jimena, Valeria, Sintia, Cristina, Mary José, Maria Fernanda, Yunaira, Natalia, Juana, Ledys, Jylis, Gabriela, Liz, Ana Milé, Yesica, Linda, Greicy, Karla Dayana, Karla Daniela y Maithé la mejor energía; la fuerza de más de 50 millones de compatriotas está con ustedes porque Colombia desde este sábado, se convierte en un país de clase mundial.
